- ¿Qué te ha pasado? ¿Qué has visto?
- Vi la verdad, la verdad del tiempo que estamos viviendo ahora. Niños...- la voz se le quebró a mitad de la frase y permaneció unos segundos titubeando, hasta que reunió el valor para proseguir.- Ahí hay niños, niños con armas que les doblan el tamaño, con el miedo brillando en sus ojos. He visto miedo, desesperación...y muerte, la muerte ronda por todos lados. Hay cuerpos esparcidos por todo el campo de batalla, algunos grandes y fuertes, otros tan pequeños y frágiles que no me atreví a mirar su caras, pero todos ellos destrozados. Los supervivientes vagan como fantasmas, envidiando a los muertos porque ellos no tendrán que vivir perseguidos por los horrores que aquí han acontecido.
- Pero, ya ha acabado...hemos ganado.
- ¿Ganado? Echa un vistazo a tu alrededor y dime qué hemos ganado exactamente. Están muertos, nuestros compañeros, los niños, las mujeres...todos, ¿crees que a sus familias y amigos les va a parecer que hemos ganado?
- Sabrán que han muerto por una buena causa, luchamos por nuestros ideales.
- ¿De verdad crees que las guerras tienen algo que ver con ideales? La guerra la mueven el poder y el dinero, sólo unos cuántos cerdos que mueven los hilos mientras otros mueren sólo para que ellos puedan engordar cómodamente en sus grandes casas, rodeados de pobreza y hambre. La muerte no sólo está en el campo de batalla, también se encuentra en las calles en las que niños famélicos suplican exhibiendo sus cuerpos deformados por una moneda, en los hombres que son encarcelados por robar un poco de comida para que sus familiar no mueran de hambre, en las chicas vendidas como si fueran mercancía. No te engañes, la sangre que mana a borbotones de las alcantarillas, y esto no ha solucionado nada. Cuando volvamos, las riquezas obtenidas irán a parar a donde fueron todas las anteriores...
- No entiendo cómo puedes hablar así, eres un héroe de guerra, cuando volvamos te condecorarán y recibirás los más altos honores.
Una carcajada llena de amargura salió de sus labios resecos.
- ¿Un héroe? Que te quede una cosa bien clara. La guerra no es heroica, la guerra no es excitante, la guerra esta llena de desesperación, es oscura, es sedienta, es lástima y melancolía, es dolor, es como una enfermedad incurable. Es por eso que la gente debería temerla, es por eso que la gente debería querer evitarla. Y si tú consideras que algo de lo que hemos hecho aquí merece una recompensa, es que eres más estúpido de lo que pensaba.
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