El cielo llora lágrimas de sangre, lágrimas que se desparraman por las calles asfaltadas y son tragadas por las profundas cloacas de esta gran ciudad. ¿Y quíen llora? Me pregunto, quizás son las almas perdidas de aquellos que murieron en vano, de las chicas asesinadas a sangre fría por hombres demasiado cobardes como para enfrentarse a su verdadera naturaleza. Cuántas vidas han sido arrancadaas de este mundo a causa de la estupidez humana, cuántos son los corazones inocentes cuyos latidos fueron silenciados de las maneras más crueles que la imaginación puede crear.
El cielo llora lágrimas de sangre, y las campanas resuenan en las calles vacías llenando la noche con sus cantos fúnebres. ¿Cuánto tiempo permaneceré en este lugar, donde se respira la muerte en cada esquina? Quizás al final acabe formando parte de él, y me una a aquellos que matan a indefensas criaturas por puro placer, pero eso sólo ocurrirá cuando mi razón y mi cuerpo sigan caminos separados. Cuando esta ciudad arranque de mi putrefacta naturaleza lo poco de humano que en ella queda. Pues esta ciudad, no, este estercolero lleno de sufrimiento y sangre corrompe hasta lo más puro...inluso el aire está contaminado con los gritos de aquellos que sufrieron su crueldad...
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